miércoles, 14 de noviembre de 2007

YOJIMBO EL BRAVO


A mediados del siglo XIX, un samurai desempleado llamado Sanjuro llega a un pueblito japonés dominado por dos bandas rivales. El recién llegado ofrece sus servicios a ambos lados y muy luego -gracias a su astucia y a que es realmente bueno con la espada- comienza a bajar notablemente la densidad demográfica del lugar. Sintético, eficaz y memorable filme de samurais que muchos ven como la inspiración clave para todo el género del spaghetti western. De hecho, la misma historia fue filmada dos veces más: en Por un Puñado de Dólares (1964) y en Last Man Standing (1996).

¿Que todos le copian a Leone? ¡Todos le copian a Kurosawa! ¿y por qué? PORQUE ES EL MEJOR. A algunos les podrá parecer aburrido el cine oriental, pero no tienen idea de lo que se están perdiendo... Toshiro Mifune, actor fetiche del Kurosawa blanco-y-negro, se manda una performance perfecta como el samurai piola -pero implacable con la espada- que llega al pueblito y es contratado por ambos bandos para dejar limpio de malhechores el lugar.
Realmente Mifune la lleva, es capaz de desarrollar la psicología del personaje en un nivel altísimo, y Kurosawa lo dirige como el diosito que es. Todo amante del cine debiera verla, una y otra vez, para darse cuenta de lo que es el verdadero trabajo cinematográfico: trama simple, resultado espectacular.

Probablemente fué una de las primeras películas que se vió (en general) en Cuba en los 60, y despues de más de 40 años, la seguimos disfrutando.
¿Si no me creen?, pregúntenle a mi amigo Varela / http://www.varela1.blogspot.com
¡Una obra maestra del cine internacional!

lunes, 12 de noviembre de 2007

QUE BELLO ES VIVIR


Qué bello es vivir (It's a wonderful life), es una película deliciosa y repleta de valores.
Sin duda, una de la mejores películas de la historia del cine, al menos una de la más humanas. Frank Capra no dudaba en afirmar que era su favorita y lo mismo le sucedía a Jimmy Stewart. Es una película, claro, de las de antes. Con una historia que nos enseña la importancia que tiene el darse a los demás, y la trascendencia y repercusión que las buenas obras de cada uno tendrán en el cielo... y tienen también en la tierra. Es una película optimista, divertida, muy humana, alegre, y desde luego esperanzadora. Y es que después de verla lo primero que se piensa es... ¡qué bello es vivir! La película cuenta —desde la óptica católica— la vida de un hombre, George Bailey (James Stewart). Cuenta la historia de su vida. Pero comienza desde el presente, de forma que prácticamente todo el film es un flashback. George desesperado por un problema en los negocios, duda en suicidarse para pagar la deuda con el seguro de vida. Es el día de Navidad. Ante tal situación Dios acude en su ayuda enviándole a su ángel de la guarda para salvarle. Éste le hace ver lo valiosa que ha sido su vida y lo mucho que ha repercutido para el bien de Bedford Falls. Y le concede un privilegio, ver lo que hubiese sucedido si él no hubiese existido... Después de esto, George —un tipo estupendo y con un gran corazón— recupera la alegría de vivir... El film cuenta con la presencia de actores de primera categoría como James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Ward Bond, Henry Travers, Frank Faylen... Como en muchas de sus películas, aunque en ninguna de ellas con tanta brillantez, Capra nos alecciona sobre los verdaderos valores humanos. Que lejos del dinero, prestigio o poder, son el darse a los demás, el ayudar, el comprender, el olvidarse de uno mismo... Quizá pueda parecer que con tal tema de fondo la película deba ser aburrida. Nada más lejos de la realidad. Es una película deslumbrante, divertida, ocurrente y sincera. Rica en la caracterización de personajes (George, Potter, Mary, Ernie, Bert, el tío Billy, Clarence, Violeta...), como sucede en las grandes películas, puede decirse que no le sobran ni cinco minutos... Sin embargo, no llegó a ganar ningún Oscar a pesar de contar con cinco nominaciones (entre ellas mejor película, director y actor...). Hubiera sido el cuarto Oscar de Frank Capra.

Pero 1946 fue el gran año de Los mejores años de nuestra vida obra de otro monstruo, William Wyler. Qué bello es vivir quedó en el olvido poco después y no alcanzó el éxito comercial. De hecho, llegó a perder 525.000 dólares el primer año. Tuvo que ser casi dos décadas después cuando, extinguida su exclusiva, comenzó a emitirse por televisión (sobre todo en fechas navideñas) y encontró su merecido reconocimiento y acogida popular.

«No la hice para los críticos aburridos ni para los intelectuales pedantes. La hice para la gente sencilla como yo; gente que quizás había perdido a su marido, o a su padre, o a su hijo; gente que estaba a punto de perder la ilusión de soñar, y a la que había que decirle que ningún hombre es un fracasado» confesó Capra en su autobiografía.

Una película inolvidable y que no puede faltar en ninguna videoteca familiar.

LO QUE EL VIENTO SE LLEVO


La grandiosa superproducción de David O. Selznick marcó un hito en el mundo cinematográfico, ganó 8 Oscars de la Academia de Hollywood, y dejó para la posteridad la romántica historia de Scarlett O'Hara, Rhett Butler, Melanie Hamilton y Ashley Wilkes, obra de Margaret Mitchell. El guión —obra de Sidney Howard, merecedor de un Oscar— se basa en la novela escrita por Margaret Mitchell. La película se ambienta en el sur norteamericano, en Atlanta, donde aún perdura la esclavitud y los grandes terratenientes... Cuenta la historia de una orgullosa y rica jovencita llamada Scarlett O'Hara (Vivien Leigh) que en los tiempos de la guerra de secesión americana, lucha por salir adelante después de la muerte de su padre y en una nación en guerra. Suspira por el amor de Ashley Wilkes (Leslie Howard), hasta el punto de que sobrepone este interés a cualquier otra cosa. Su vecino Ashley —un noble sureño— acaba casándose con Melanie Hamilton (Olivia de Havilland), una mujer buena y adorable, frustrando así las aspiraciones de Scarlett. Al tiempo, un apuesto pero no tan noble negociante llamado Rhett Butler (Clark Gable) se enamora de Scarlett. Lo que el viento se llevó (Gone with the wind) llegó a rodarse con 5 directores distintos: Reeves Eason, Sam Wood, William Cameron Menzies, George Cukor y Víctor Fleming. Y esto sin contar la escenas rodadas con directores de segunda unidad, que fueron unas cuantas debido a los avatares del rodaje. Era una historia magna y el rodaje fue hecho a la medida. La cinta tiene una duración de tres horas y media (211 min.) y un increíble presupuesto que alcanzó entonces los 4,25 millones de dólares. Se convirtió en la película más larga y más cara de la historia. Y es que Selznick era bien consciente de que esta película sería un clásico, una obra maestra que no se devaluaría con el paso de los años... La academia de Hollywood premió la obra con 13 nominaciones y 8 Oscars: mejor película, mejor director, mejor actriz, mejor guión, mejor actriz secundaria, mejor dirección artística, mejor montaje, y mejor cinematografía a color. Fue una sorpresa que Clark Gable no ganara el Oscar al mejor actor —la película habría ganado los cinco Oscars importantes—, y que Olivia de Havilland no ganara el premio a la mejor actriz secundaria, que recayó sobre la actriz Hattie McDaniel, la entrañable Mammy. Tampoco la excelente banda sonora fue premiada, obra de Max Steiner (nominado todos los años desde 1935 hasta 1951, y ganador del Oscar sólo en dos ocasiones). El rodaje comenzó el 26 de enero y acabó el 1 de junio. Duró aproximadamente 140 días. Aunque antes de comenzar Selznick había dedicado dos años a la elección de la Scarlett O'Hara ideal y a definir la historia junto a Sidney Howard. La elección del papel de Scarlett, como es bien sabido, generó gran espectación y fueron muchas e importantes actrices las que se ofrecieron para el papel: Katharine Hepburn, Joan Crawford, Barbara Stanwyck, Paulette Goddard, Norma Shearer... Sin embargo, Selznick estaba convencido de que "Scarlett" necesitaba a una actriz que aún no fuera conocida, y así es como después de un interminable —dos años— y multitudinario casting —1.400 candidatas— contrató los servicios de Vivien Leigh para el que sería el papel de su carrera. Vivien Leigh saltó al estrellato además de ganar su primer Oscar. Destacan también las interpretaciones del gran Clark Gable, Olivia de Havilland, Leslie Howard, Thomas Mitchell y la ya citada Hattie McDaniel (Premio regalado).
Podría decirse que David O. Selznick nació para hacer esta película, y es que realmente fue él el alma mater de Lo que el viento se llevó. Fué el quien quiso que la película se hiciese a color, fué el que introdujo diálogos famosos como el de la última frase de Rhett o las primeras palabras del comienzo, y fué el quien eligió a los actores para los diferentes roles, sobre todo el de Scarlett. ¿Qué habría sido de Lo que el viento se llevó sin Vivien Leigh...?
La verdad es que, «francamente, queridos amigos, eso no nos importa...».

Para mi, al igual que Casablanca, Lo que el Viento se llevó pasará a la eternidad y es otra película fuera de época.

CASABLANCA




A estas alturas ya es algo más que una de las mejores películas de la historia del cine. Ya forma parte de la cultura general del siglo XX. Si su modélico guión fuese enseñado en las escuelas de cine, los alumnos aprenderían más en 102 minutos que en todo el curso.
Cada vez que la veo, y ya he perdido la cuenta, aún sigo pensando que Ilsa no cogerá el avión para irse con el inútil de su marido"Casablanca" pertenece a esa selecta nómina de películas que, por inmortales y duraderas, continúan acaparando espectadores generación tras generación. Formó en nuestra imaginación el arquetipo de perdedor, Humphrey Bogart, con un pasado intenso y lleno de pliegues. Y con él, el de la mujer triste, abocada a un futuro que no controla, atrapada en un amor a todas luces imposible… Más de uno se pregunta cómo fue posible que una película tan salpicada de incidencias en su rodaje no sólo llegara a terminarse sino, además, a convertirse en el gran icono cinematográfico del siglo XX.
"Casablanca" se iba escribiendo sobre la marcha y hasta el inicio de su rodaje no estuvo claro que fuera a ser interpretada por Humphrey Bogart: Ronald Reagan fué uno de los actores que estuvo en la mente de los productores para encarnar el personaje de Rick Blaine.
Una de las anécdotas más divertidas de la producción habla de las dificultades que Michael Curtiz tuvo para hacerse entender por su equipo, debido a su peculiar inglés y su pronunciado acento húngaro. La película fue también, como resultaba usual en la época, víctima de la censura española, que evitó cualquier alusión a la condición de combatiente de Rick en el bando republicano de nuestra Guerra Civil.
La película ha obtenido desde su estreno numerosos reconocimientos, entre ellos el de haber sido considerada en 2002 por el American Film Institute como la segunda mejor película de la historia del cine americano, después de "Ciudadano Kane".. Esa sensación sólo la producen las películas perfectas. Para mi la mejor, inclusive que la famosa Ciudadano Kane, a la cual despues de haberla visto 100 veces, no le acabo de ver nada importante, solo la fotografia.
Casablanca, una película fuera de época con diálogos fuera de lo comun, seguirá siendo la mejor de todos los tiempos.

sábado, 10 de noviembre de 2007

EL ACORAZADO POTEMKIN


El acorazado Potemkin es una película parcialmente basada en hechos reales, que acontecieron en el puerto de Odesa (Rusia) durante la semana de 26 de junio de 1905.
Los marineros del acorazado Potemkin ya están hartos de malos tratos, y cuando se les intenta obligar a comer carne agusanada, deciden sublevarse. Llena de imágenes expresivas, casi como un álbum fotográfico, El acorazado Potemkin representa la magnificación por la figura de las masas y las causas colectivas. Estrenada en la primera década de la Revolución Rusa (1925) constituye un rescate de la importancia del Potemkin en el proceso de la revolución fallida de 1905, antecedente de la rebelión de octubre de 1917.
Este film esta compuesto de cinco episodios: Hombres y gusanos (Люди и черви), Drama en el Golfo Tendra (Драма на тендре), El muerto clama (Мёртвый взывает), La escalera de Odesa (Одесская лестница), y Encuentro con la escuadra {Встреча с эскадрой).
Como el propio Eisenstein explica en el texto sobre la "Unidad orgánica y pathos en El acorazado Potemkin" incluido en el libro de Georges Sadoul sobre este film, la película está trabajada como un todo orgánico en el que cada uno de sus elementos funciona en pos de una composición que nuclea lo particular en función del todo. Cada una de las partes en las que puede ser dividida son funcionales en un nivel superior de lectura, es decir, en la generalidad. Por otra parte el trabajo patético (pathos) en tanto que la sucesión y cambio constante en las cualidades de la acción, generan en el espectador una emoción (shock) que lo llevan a realizar mediante un proceso psicológico, una reflexión intelectual de acuerdo al tema propuesto.