lunes, 12 de noviembre de 2007

QUE BELLO ES VIVIR


Qué bello es vivir (It's a wonderful life), es una película deliciosa y repleta de valores.
Sin duda, una de la mejores películas de la historia del cine, al menos una de la más humanas. Frank Capra no dudaba en afirmar que era su favorita y lo mismo le sucedía a Jimmy Stewart. Es una película, claro, de las de antes. Con una historia que nos enseña la importancia que tiene el darse a los demás, y la trascendencia y repercusión que las buenas obras de cada uno tendrán en el cielo... y tienen también en la tierra. Es una película optimista, divertida, muy humana, alegre, y desde luego esperanzadora. Y es que después de verla lo primero que se piensa es... ¡qué bello es vivir! La película cuenta —desde la óptica católica— la vida de un hombre, George Bailey (James Stewart). Cuenta la historia de su vida. Pero comienza desde el presente, de forma que prácticamente todo el film es un flashback. George desesperado por un problema en los negocios, duda en suicidarse para pagar la deuda con el seguro de vida. Es el día de Navidad. Ante tal situación Dios acude en su ayuda enviándole a su ángel de la guarda para salvarle. Éste le hace ver lo valiosa que ha sido su vida y lo mucho que ha repercutido para el bien de Bedford Falls. Y le concede un privilegio, ver lo que hubiese sucedido si él no hubiese existido... Después de esto, George —un tipo estupendo y con un gran corazón— recupera la alegría de vivir... El film cuenta con la presencia de actores de primera categoría como James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Ward Bond, Henry Travers, Frank Faylen... Como en muchas de sus películas, aunque en ninguna de ellas con tanta brillantez, Capra nos alecciona sobre los verdaderos valores humanos. Que lejos del dinero, prestigio o poder, son el darse a los demás, el ayudar, el comprender, el olvidarse de uno mismo... Quizá pueda parecer que con tal tema de fondo la película deba ser aburrida. Nada más lejos de la realidad. Es una película deslumbrante, divertida, ocurrente y sincera. Rica en la caracterización de personajes (George, Potter, Mary, Ernie, Bert, el tío Billy, Clarence, Violeta...), como sucede en las grandes películas, puede decirse que no le sobran ni cinco minutos... Sin embargo, no llegó a ganar ningún Oscar a pesar de contar con cinco nominaciones (entre ellas mejor película, director y actor...). Hubiera sido el cuarto Oscar de Frank Capra.

Pero 1946 fue el gran año de Los mejores años de nuestra vida obra de otro monstruo, William Wyler. Qué bello es vivir quedó en el olvido poco después y no alcanzó el éxito comercial. De hecho, llegó a perder 525.000 dólares el primer año. Tuvo que ser casi dos décadas después cuando, extinguida su exclusiva, comenzó a emitirse por televisión (sobre todo en fechas navideñas) y encontró su merecido reconocimiento y acogida popular.

«No la hice para los críticos aburridos ni para los intelectuales pedantes. La hice para la gente sencilla como yo; gente que quizás había perdido a su marido, o a su padre, o a su hijo; gente que estaba a punto de perder la ilusión de soñar, y a la que había que decirle que ningún hombre es un fracasado» confesó Capra en su autobiografía.

Una película inolvidable y que no puede faltar en ninguna videoteca familiar.

1 comentario:

ClasicosdelCine.NET dijo...

He observado que han utilizado en gran medida la crítica cinematográfica de "La web del Cine Clásico". Este website ha cambiado de lugar y ahora se aloja en CLASICOSDELCINE.NET http://www.clasicosdelcine.net donde se han añadido secuencias y más fotografías.
Atentamente,
ClasicosdelCine.NET